28 septiembre 2008

Ilustración

Ilustración: pensamiento en continuo progreso / El método

El método
En la película hay un problema tal vez no tan visto: la condición de lo femenino y de lo masculino.

La condición de lo femenino en el entendido de que lo femenino representa una especie de cultura, tiene sus propios valores, sus propios códigos de comportamiento. La mujer tiene una forma de reaccionar, es más sentimental que racional. Es racional pero nunca va a llegar a los niveles de racionalidad a los que puede llegar el hombre.

La mujer también puede ser sumamente calculadora pero tiene un límite. A lo mejor el límite tiene que ver con que ella lleva en sí el hecho de que ella lleva en sí la maternidad. Y puede que eso los diferencie. Tal vez por eso el hombre puede mirar a otro con un poco más de desparpajo, pero para una mujer todos pueden ser sus hijos, todos.

Tal vez eso no la deja ser tan racional, en el sentido de cálculo, tan cruel, que en un momento dado no intervenga la pasión y la eché abajo. Eso la película lo muestra muy bien, porque al final la muchacha pierde la pelea ahí.

Otro tema sobre el cual se puede discutir mucho es el tema del poder. ¿Cómo se relaciona una mujer y un hombre con el poder?

Se podría decir que uno de los puntos en los que podemos ver esta diferencia entre una cultura y otra tiene relación con el poder, en todos los ámbitos, en la empresa, en el amor, etc.

El hombre, en términos de amor pasión, ve al cuerpo de la mujer como un territorio que hay que conquistar. Las mujeres sin darse cuenta, saliéndose de su propia cultura, aspiran a ser conquistadas. La mujer, en el amor pasión, lo que hace es seducir.

Referencias sobre el tema de la seducción:

El Erotismo, George Bataille
La seducción, Jean Baudrillard
Erotismo y amor, Francesco Alberoni

Otro símbolo en la película es tanto el arriba y el abajo, además del adentro y el afuera.

Un símbolo más es la sociedad opulenta. Para entender la palabra opulenta hay que remitirnos a la palabra opus que significa obra y que genera palabras como ópera, operario y obrero. O sea, el obrero es el que produce obras, cosas. Sociedad opulenta tiene mucho que ver con el deseo de tener cosas, no necesariamente es riqueza, sino adoración por las cosas, fetichismo de la mercancía. Por eso no es descabellado decir que es la sociedad consumista.


Es la sociedad en la que se puede comprar algo totalmente inservible por el simple hecho de que es bonito.

La gran trampa de esta sociedad ansiosa por tener cosas es que ese deseo nunca se sacia y lo que se genera es frustración. Así, nosotros nos convertimos en seres neuróticos, porque vivimos corriendo detrás de la felicidad, pensando que ésta se encuentra en las cosas, en el afuera, queremos llenar un vacío interior con lo exterior.

Y el Mercado se ha montado en esa trampa. Con ese fenómeno tiene que ver el bovarismo de Flaubert.

El método representa el proceso de racionalización. Todo lo que ocurre en la película es producto del cálculo.

Hay un choque de valores, que es muy interesante porque se trata del choque de valores, llamémosle éticos o morales, modernos. No es que choquen valores modernos contra otros que no lo son. Todos son valores modernos.

También dentro del cambio de valores, se da un cambio del tipo de ser humano.

Ya hemos dicho que Moderno tiene por un lado la gran herramienta del Estado, y por otra la gran herramienta del Mercado. En medio tenemos el saber, el conocimiento.

El objetivo central del Estado es la cohesión social. Desde este punto de vista, la sociedad moderna tiene ciertos valores: solidaridad, respeto, tolerancia, lealtad, honestidad, justicia, igualdad, responsabilidad, disciplina, orden, etc.

Al Mercado no le preocupa mayormente el tema de la cohesión e integración social, lo que busca es ganar, obtener utilidades, beneficios. Sus valores son la competencia, eficacia, rendimiento, competitividad, resultados, productividad, ambición, etc.

Uno de los peores problemas que una persona puede tener en una empresa es carecer de ambición.

Entonces hay una especie de Razón que se aplica fundamentalmente a la constitución de la sociedad racional: el orden, la organización. También se trata de un rango de eficacia en tanto funciona para hacer sociedad.

Un gobierno no puede decirse que es eficaz si existe desintegración y degradación social, empleo, corrupción gubernamental, inseguridad, etc., si el propio Estado delinque y no aplica la ley.

El concepto de Ilustración

Para entender la dialéctica hablemos del dilema ético, que se da entre la Necesidad y la Libertad.


Necesidad en filosofía no tiene que ver con “yo necesito tal cosa” o las necesidades básicas de alimentación, etc. Necesidad tiene que ver con las condiciones objetivas o la determinación.

Dilema ético: Estamos en una situación de emergencia porque se ha producido un incendio y sólo hay posibilidades de salvar a una persona, somos cinco, ¿a quién salvamos; al más grande, al más chico, a la mujer, al papá? ¿Qué hacer? Ese es un dilema ético.

Con dilemas éticos nos enfrentamos todos los días. No lo queremos lastimar, peor hay que tomar una determinación, esa es la necesidad. Necesidad es “tengo que actuar”.

Decía Sófocles: «actuar o no actuar, tentando al destino».


O contra unos o contra otros. Nunca se puede quedar bien con todos.

Entonces, ¿qué hago? Tengo un espacio de libertad, pero estoy determinado por la situación concreta. El dilema ético se da en la dialéctica entre la necesidad y la libertad. En esa relación de da la dialéctica.

La dialéctica de la Ilustración es la dialéctica del saber en tanto desencantamiento y dominio del mundo, un saber especulativo en términos de teoría y en tanto un saber aplicado a la práctico, en términos de un saber operativo. Esa relación es la dialéctica de la Ilustración.

La Ilustración contiene esos dos momentos: primero saber cosas, el placer de la verdad, y después mejorar la técnica y la práctica, el placer de transformar el mundo.

La sociedad racional sale del encantamiento del mundo, del mito, constituye esto una especie de liberación, para una mentalidad ilustrada no basta el saber por el saber, sino que aspira a hacer de ese saber una aplicación en progreso continuo y acumulativo.

El pensamiento en continuo progreso es pensamiento incorporado a los objetos, a las cosas que se producen y esas cosas están en constante cambio por la tecnología. Una pluma es pensamiento en continuo progreso, un teléfono.

El pensamiento en sí mismo no progresa, pero progresa en la medida en que se plasma en un objeto. Y ahí se da el progreso del pensamiento.

Marx menciona en las tesis sobre Feuerbach: «Los filósofos hasta aquí han descrito el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo».

Cuando se habla de dialéctica no sabes que es primero, que es después, la teoría o la práctica. Muchas veces la práctica te lleva a la teoría y viceversa. No hay una causa primera, y por lo mismo carece de importancia saber qué es primero.

En el texto Adorno y Horkheimer dicen: «Lo que importa no es aquella satisfacción que los hombres llaman verdad, sino la operación, el procedimiento eficaz». «La técnica no aspira a conceptos e imágenes [Teoría], tampoco a la felicidad del conocimiento, sino al método».

La Ilustración aspira a la unidad, al sistema, como en la novela moderna. El sistema es la forma en la que se relacionan las partes. La Ilustración elimina lo inmensurable, es decir lo que no es medible. La Ilustración es totalitaria.

Entre verdad y eficacia hay una relación para el hombre ilustrado. Lo que importa es la aplicación del conocimiento. Que es el tema de cuando uno se enfrenta a buscar trabajo. Es la diferencia entre qué sabes y qué sabes hacer.

La dialéctica de la Ilustración está hablando de un tipo de sociedad racional, una sociedad determinada por la eficacia, la utilidad, orientada a resultados prácticos.

Porque han tenido un gran éxito la Revolución Francesa y sobre todo la Revolución Industrial, ya que condujo a la sociedad moderna hacia una lógica de Mercado. La razón tiene por un lado tecnología, objetos cada vez más sofisticados, y por otro lado, Mercado.

Como en la película, el hombre pasa a ser una pieza del sistema, del engranaje, de la sociedad vista como una máquina de producir cosas, de tal forma que tu nombre deja de tener importancia, eres un número, eres una especie de robot inteligente que si se enferma es desechable. En esa sociedad, o dialéctica, queda encarcelado el hombre.

Sobre esto llamaron la atención Horkheimer y Adorno en los 40’s y más tarde retomaría este punto en los 60’s Marcuse, quien dijo a los líderes del 68 en París que la utopía había llegado a su fin. Se terminó la idea de un mundo mejor, lo que viene es el mundo dominado por la razón instrumental y el Mercado, y en eso estamos hoy en día.

Cuando en materia literaria aparece en la sociedad moderna el romanticismo, lo hace como una reacción contra la ración práctica, porque esta se traduce en una dominación exacerbada de la naturaleza y del propio hombre, con fines prácticos. Entonces el romanticismo siendo un movimiento moderno es antimoderno.

El romanticismo exaltará la sensibilidad, los instintos, todo lo natural que hay en el hombre.

1 comentarios:

Juan Manuel dijo...

Esencialmente, como el resto de los productos nacidos en el seno de la Modernidad, la novela es una construcción racional, un afán de totalidad, mas un producto donde tiene gran importancia la función especulativa de la razón. Así paradojicamente la novela echa mano de los recursos de la modernidad para hacer frente a ella: es crítica de la modernidad.

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